Un mito llamado Jesús

Los cristianos se rasgan las vestiduras argumentando que la Biblia es la palabra de Dios, aunque últimamente, frente a todos los cuestionamientos que han puesto en duda su infalibilidad, han cambiado ese apotegma (*) por otro menos radical: la Biblia contiene la palabra de Dios, lo que pretende hacerla más permeable a la crítica e importa aceptar que se trata finalmente de una obra humana.

Como ya lo dijimos anteriormente, antes de continuar, debe quedar muy claro que a lo largo de los siglos han existido muchas versiones de la Biblia, lo que nos debe llevar a una primera reflexión:

“Cientos de Biblias fueron creadas durante los siglos, cada una siendo diferente de la previa. Varias fuentes extrañas fueron usadas, conjuntamente con modificaciones inevitables y ad infinitum. Los pasos para hacer la biblia contemporánea (en realidad, las muchas biblias) incluyó adiciones, interpretaciones, errores de copistas, doctrinas eclesiásticas, mutaciones, traducciones y códices sin correlación –como la evolución de los Salmos, y muchos otros concilios ecuménicos, creándose muchas versiones: Biblia de Eusebio, la Vulgata de Jerónimo, Código Sinaítico, Vaticano, Alejandrino, Ephraemi Rescriptus, Boermeriano, Angelicus, Athous Dionysiou, Amharic, Wycliffe, Biblia de Gutemberg, Martín Lutero, Ostrog, Tyndale, Cover-dale, Thomas Mathews, Psalter, Bishop´s, Douay-Rheims, New Polish, Vatablus, KJV, Uscan, Gregoriana, Wakuset, San Cirilo, DRC, Quakr, United Ruthenians, Thomson´s, Joseph Smith, WBT, NASB, NIV, New King James, Rotherdam´s, TNIV, NRSV, CEV, MSG, KJ21, NASU, RcV, ESV, NABRE…” (traducción del autor).

Cualquiera sea la versión, afirmamos que la Biblia no es ni contiene la palabra de Dios, por lo siguiente:

1. En primer lugar, si Dios existe, no habría optado por la escritura para revelarse pues, en esa hipótesis, tendría que haber escogido un idioma totalmente traducible a los otros, que no existe. Me explico, no existe ningún idioma que pueda traducirse en forma fidedigna a los otros idiomas, lo que quiere decir que inevitablemente el mensaje resultaría distinto de acuerdo al idioma que se trate, lo cual convertiría su mensaje en discriminatorio. Dios, si existe, no podría tener un mensaje para unos y otro distinto para el resto de seres humanos.

“Dios no podía revelar su palabra a través de un medio – el escrito que pudiera ser manipulado por el hombre. Peor aún si los custodios habrían de ser los curas, obispos y Papas de la Iglesia, quienes nunca fueron, ni son, ni serán los paradigmas del buen ejemplo, ni menos la garantía que el mensaje se mantuviera intacto. Al final del día, la Biblia cristiana no es más que una obra humana, que ha sido manipulada de acuerdo a sus intereses por un grupo de personas que siempre han vivido del negocio de Dios en la tierra.”

2. No existen idiomas o lenguajes divinos. El hecho que los judíos consideren el hebreo como divino, o que los musulmanes piensen lo mismo del árabe, es sólo parte de su arrogancia.

3. La Biblia es un extenso y complicado libro que, en su mayor parte, es contradictorio, oscuro, misógino, que fomenta la discriminación, subyugación de género; ininteligible para el común de los seres mortales, lleno de atrocidades y mandatos inaceptables, que no puede ser atribuido al autor de la creación. Para ser o contener la palabra de Dios, tendría que haber sido un libro son reglas sencillas, con un mensaje claro que sólo reflejara buenas virtudes.

Lamento decirlo pero, objetivamente, la Biblia dista mucho de ser una obra dirigida o inspirada por un ser bondadoso. Es una obra humana, que no es más que una compilación de varias otras obras escritas por diferentes personas, en muy diversas épocas y que ha venido siendo acomodada a los intereses particulares de grupos antagónicos interesados en justificar o fortalecer su poder mundano.

“Dios no puede ser alguien que utilice la teología ni los conceptos oscuros para revelarse a su creación; esto es simplemente absurdo. Dios para serlo tiene que ser claro, simple, directo e inequívoco. Consecuentemente, un libro incongruente, difícil de ser leído, como la Biblia no puede ser la ´Palabra de Dios´. Esto no quiere decir que mucho de lo escrito en la Biblia no sea verdad; lo es, en la medida que la Biblia es una recopilación del conocimiento humano extraído – principalmente – de la sabiduría de las culturas más antiguas del mundo.”

4. Para tratar de justificar la irracionalidad de la Biblia se inventó lo que se llama la teología. La teología no es otra cosa que una oscura creación, ideada para justificar lo injustificable, lo incomprensible, lo dogmático y que, por lo tanto, no resiste a la razón, la lógica y la verdad. Si Dios existe, la teología es inaceptable.

5. Siguiendo a Thomas Paine , la “revelación” de Dios dirigida a los seres humanos, está contenida en toda su creación. Para conocer a Dios basta con admirar la naturaleza que nos rodea y el infinito del universo; allí está toda la verdad y todo lo que Dios quisiera transmitirnos y enseñarnos. Para entender a Dios y su revelación no necesitamos ninguna otra fuente más que la razón y los sentidos que nos ha regalado. De esta forma aquello de “conócete a ti mismo y conocerás a Dios” es una verdad irrefutable.

La creación es lo único que es igual para todos y no está oculta para nadie. Todos los seres humanos tenemos la misma posibilidad de conocerla, admirarla y entender el mensaje del creador. El asunto es simple: si conocemos el producto podemos conocer la fuente.

6. “Tampoco Dios podría tener dos sistemas de leyes distintas y contradictorias entre sí aplicables según el tiempo: las normas del Antiguo Testamento versus las normas del Nuevo Testamento. Avalar este absurdo sería como aceptar que en una familia de 10 hijos, los cinco mayores sean tratados con un sistema de normas y los cinco menores con otro sistema totalmente distinto. Dios tiene que ser justo, igual y equitativo con toda su creación.

El Antiguo Testamento, utilizando nuevamente la terminología jurídica, no es más que la apropiación ilícita que hace el Cristianismo del libro sagrado de los judíos. Entendamos con claridad este asunto: como lo repite mil veces su propio texto, el Antiguo Testamento es un conjunto de libros escritos sólo y exclusivamente por los judíos para los judíos, quienes hasta ahora se consideran ´el pueblo escogido de Dios´. Dicho Antiguo Testamento no fue escrito ni está dirigido a otro grupo humano que no fuera el pueblo judío. El Cristianismo siempre ha pretendido, a través de forzadas interpretaciones y la manipulación de los textos, hacer ver que en algún momento de la ´evolución’ de las divinidades y sus ´pactos´ con la humanidad, de un plumazo se incorporó al resto de pueblos dentro del concepto de Israel. La idea es tan frágil y forzada que los propios judíos jamás han aceptado este repentino hermanamiento.

En lo que se refiere al Nuevo Testamento, también no deja de ser un conjunto de libros sectarios, pues fue el mismo Jesús quien supuestamente ordenó a sus discípulos: ´No vayan a tierras de paganos ni entren en pueblos de samaritanos. Diríjanse más bien a las ovejas perdidas del pueblo de Israel´ (Mateo 10, 5-6). Un conjunto de libros que sólo han sido escritos para una minúscula parte de la humanidad, ´las ovejas perdidas del pueblo de Israel´, no puede ser considerado como la ´Palabra de Dios´.”

Entonces, cabe preguntarnos ¿qué es la Biblia? Hago mías las palabras de Remsburg:

“La Biblia es, en su mayor parte, la cruda literatura de gente que vivió hace 2000 años o más. Algunos principios de bueno y malo son reconocidos por esa gente, pero los principios de moralidad fueron desconocidos para ellos. Fueron gente ignorante, y la gente ignorante por lo general es gente religiosa y la gente religiosa casi siempre es gente inmoral. Ellos creían que fueron la gente escogida por Dios –los particularmente favoritos de Dios- y que por eso tenían el derecho de robar y engañar, asesinar y esclavizar al resto de la humanidad. De esas dos causas, fundamentalmente ignorancia y religión (superstición), emanaron las hazañas inmorales y opiniones que hallaron expresión en los escritos de sus curas y profetas.” (Traducción del autor).

Texto copiado de mi Libro «Lo siento mucho, pero … JESUS NUNCA EXISTIÓ»

Agradecidos por su lectura.

Ricardo Zavala Toia

Autor de la publicación.

(*) Apotegma: Frase o sentencia breve en la cual se expresa un pensamiento o enseñanza.

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