No culpes a nadie de lo que te sucede. No culpes a los demás si no has logrado todavía determinadas metas. Tal vez no sea tiempo todavía, quizás tengas que desarrollar otros objetivos antes, tal vez tengas que vencer tus temores, o emplear más energía y voluntad para conseguirlos. A veces las metas son poco realistas y en ese caso deberás replantearlas para avanzar por etapas.
Una clave fundamental es focalizarse en los objetivos y las metas a lograr. ¡Foco, foco y foco!
Si bien hay que tener en cuenta los obstáculos que hay que resolver, no hay que mantener el foco en ellos, porque si no, percibiremos siempre obstáculos. Se fortalece así una mentalidad de escasez.
Los problemas y obstáculos son los peldaños que debes pisar para impulsarte a subir hacia tus sueños. Disfruta dar y resolver cada paso, focalizado siempre en el propósito de tu ascenso.
