Alicia

¡Cómeme!

Seguramente habrás leído el cuento Alicia en el País de las Maravillas o habrás visto la película. Cada cumpleaños de mi nieta Alicia me recuerda este maravilloso libro repleto de herramientas para mejorar la vida.

Alicia se encuentra en una situación de querer entrar en una puertecita que era muy pequeña. Entonces, descubre una botella con un líquido con un letrero que dice “bébeme”. Lo hace y se vuelve a un tamaño diminuto. Entonces, descubre que tiene que volver a crecer para alcanzar una llave.

Busca y encuentra una cajita de cristal con un pastelito en el que se leía la palabra “cómeme”. Así lo hace y vuelve a crecer, ahora mucho más que lo normal.

Finalmente aprende a manejar la situación para medirse en lo que bebe y come para lograr el tamaño que necesita.

Esta es una excelente técnica de éxito seguro o de reprogramación mental. Muchas veces puedes sentirte incapaz de enfrentar algo o de relacionarte bien con otra persona porque te ves a ti de un tamaño más pequeño. Tu autoestima está baja y todo a tu alrededor parece grande y amenazador.

Para recuperar seguridad y confianza en ti, imagínate comer un pastelito que dice “cómeme” el que te hará crecer. Visualízate de un tamaño más grande, en postura erguida. Puedes imaginar que irradias una luminosidad que atrae y llama la atención a tu voluntad. Sientes y te imaginas que tu seguridad y autoestima se fortalece.

Esto funciona porque tu mente subconsciente e inconsciente comprende por imágenes y alegorías. Esto establece nuevos circuitos cerebrales y va modificando tu conducta. Y también porque cada uno nace con las facultades necesarias para tener seguridad y valorarse como persona. Nuestra mente profunda, que es la que dirige la vida, entiende por analogías y no por lógica.

Volviendo a Alicia en el País de las Maravillas. Ella descubre lo de la botella y luego piensa que los pastelitos pueden servir para lo contrario, es decir, crecer. Esto no es lógico. Pero como ella piensa: «le habían pasado tantas cosas extraordinarias aquel día, que había empezado a pensar que casi nada era en realidad imposible».

Esto corresponde completamente con mi experiencia personal. Me han sucedido tantas cosas extraordinarias en la vida que pienso y descubro que casi nada es imposible.

Aquí copio otras reflexiones que hecho otros años:

Siguiendo a Alicia

En la época actual, si miramos la gente en las grandes ciudades, observamos que habitualmente están caminando rápidamente con una cara de muy ocupados. La vida de muchas personas es un correr hacia su trabajo, volver a la casa e, incluso los fines de semana, correr para seguir una rutina. Mucha gente parece no pensar en lo que está haciendo. Actúa de manera inercial siguiendo una rutina.

Así pueden pasar muchos años de la vida. Diría que más que vivir, la vida les pasa por encima.

Hace muy bien, de vez en cuando, romper completamente la rutina. Ir por senderos diferentes, por caminos distintos a los que habitualmente se anda. Recorrer otras calles o decidir visitar otra ciudad diferente. Rutas que no se acostumbra a seguir.Puede ser renovador tomar el desafío que plantea otra persona de hacer algo diferente. Cuando se hace esto se tiene la oportunidad de dejar, de dejarse llevar a nuevas experiencias. Se puede viajar a lugares diferentes y conocer gente y paisajes. Y no se necesita mucho dinero porque no necesariamente hay que viajar lejos. A fin de cuentas, el lugar poco importa ya que lo que interesa y lo que hace la diferencia es la actitud. Se trata de romper la rutina y de dejarse llevar a nuevas vivencias, a darse el tiempo de contemplar las cosas simples de la vida, ensoñar y divagar.

Así lo hace Alicia, la protagonista en el libro “Alicia en el país de las maravillas”. De pronto ella ve corriendo un conejo y le llama la atención hacia dónde irá. Y lo más sorprendente es que el conejo lleva un reloj de esos de bolsillo. ¡Pendiente del tiempo! Alicia decide seguirlo intrigada hasta que lo ve entrar a una cueva. Sigue dentro del túnel una trayectoria horizontal hasta que de pronto cae en un pozo Alicia no se resiste, observa y decide dejar fluir, se deja llevar por la experiencia y esto se transforma en un viaje maravilloso hacia otro mundo, hacia otra realidad fantástica. Volverá después de su aventura con un alma enriquecida con nuevas experiencias y con nuevas reflexiones.

¿Por qué no Intentar de pronto correr a un lugar distinto, soñar y divagar un poco? Es posible abrir la mente a múltiples realidades fantásticas que siempre están rodeando e intercalándose. No se perciben si no se tiene la disposición de vivirlas y experimentarlas cada cierto tiempo.

No tendrás tiempo para hacer algo distinto de vez en cuando. No tienes tiempo. El tiempo no llega solo. ¡Tienes que dártelo! Tú decides. Tú tienes el poder.

Alicia y el gato de Cheshire

Uno de los libros que considero que toda persona debe leer es “Alicia en el País de las Maravillas” de Lewis Carroll.

Su autor fue además un matemático, de modo que siendo éste un cuento infantil, contiene interesantes reflexiones lógicas y paradójicas.

Mi favorito giro lógico es el siguiente.

“El Gato, cuando vio a Alicia, se limitó a sonreír. Parecía tener buen carácter, pero también tenía unas uñas muy largas Y muchísimos dientes, de modo que sería mejor tratarlo con respeto.
—Minino de Cheshire— empezó Alicia tímidamente, pues no estaba del todo segura de si le gustaría este tratamiento: pero el Gato no hizo más que ensanchar su sonrisa, por lo que Alicia decidió que sí le gustaba.

Minino de Cheshire, ¿podrías decirme, por favor, ¿qué camino debo seguir para salir de aquí?
—Esto depende en gran parte del sitio al que quieras llegar— dijo el gato.
—No me importa mucho el sitio…— dijo Alicia.
—Entonces tampoco importa mucho el camino que tomes— dijo el gato.
—… siempre que llegue a alguna parte— añadió Alicia como explicación.
—¡Oh, siempre llegarás a alguna parte —aseguró el gato—, si caminas lo suficiente!”

Esto le pasa creo a la mayoría de las personas. Pueden tener una vida muy activa, hacer muchas cosas, andar casi siempre escasas de tiempo. Y sin embargo, su productividad y su felicidad es pobre. Es porque simplemente están viviendo o sobreviviendo. O diciéndolo de otra manera, dejando que la vida pase simplemente a su lado.

Nos sentimos realizados y felices cuando sabemos que estamos logrando metas, estamos transformando algo o estamos sirviendo en algo específico. La vida tiene sentido si sabemos donde queremos ir, para qué queremos ir y por qué queremos ir. Y con estos parámetros claros, podemos ir evaluando día a día si estamos en el camino que hemos elegido o no.

La clave fundamental para el éxito en la vida es definir los objetivos que queremos lograr. Tener definido el motivo y si nos harán felices. Hay que tenerlos formulados bien precisos, visualizándonos como ya logrados. Así, si caminamos lo suficiente, llegaremos inevitablemente a conseguirlo. ¿Y luego? Podemos plantearnos nuevos desafíos.

Si no sabes lo que quieres, entonces, da lo mismo qué camino tomes. Llegarás, claro, a alguna parte. Sin embargo, no estará bajo tu control, sino que llegarás por accidente a algún destino.

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