El cerebro no está preparado para las redes sociales

Este mensaje que está circulando contiene en tan pocas palabras información tergiversada, negativa y peligrosa. Está muy bien hecho en el diseño lo que seguramente lleva a personas inteligentes y de buena voluntad a difundirlo.

Aunque breve, se puede ocupar mucho tiempo en revelar su falsedad y peligrosidad.

Explico sin emplear conceptos técnicos de la lógica. El texto tiene la premisa o afirmación que (todos) los estudios científicos son financiadas por alguien y que esto les quita validez y credibilidad.

¿Quién afirma esta premisa? «Un importante estudio». Entonces, como todos los estudios son financiados por alguien, este “importante estudio” también tiene que haber sido financiado. Por lo tanto, también carece de validez y credibilidad.

Estamos entonces ante una contradicción y un absurdo. Si esta afirmación es financiada por alguien, no es válida. Por lo tanto, no puede ser creíble la premisa de que “los estudios científicos dependen de forma total de los fondos que lo financian”, puesto que la afirmación no es válida.

—Un estudio afirma que cuando un mensaje comienza diciendo que “un estudio afirma…”, la gente tiende a creer que lo que se dice es verdadero.—

Es poca la gente que aplica capacidad crítica para preguntar de qué estudio se trata, quién lo hizo, en qué condiciones. ¿Cuál es la validez de lo que se afirma? ¿Cómo se hizo el supuesto estudio? ¿Se aplicó el método científico adecuado para demostrar algo?

En este ejemplo, ¿cómo se llega a la conclusión que los estudios científicos dependen de forma TOTAL de los fondos que lo financian? ¿Hay otros investigadores que llegaron a la misma conclusión?

¿Dónde está el enlace que lleve a documentarse para ver los supuestos fundamentos de esta información que TODA investigación depende en sus conclusiones de los fondos que lo financian?

¿Por qué tú lector das por verdadera la información sin cuestionártela, aunque sea un poco?

A veces se han tomado decisiones muy dañinas por creer lo que alguien dice sin comprobar la validez de lo que se oye o lee.

Los estudios científicos se caracterizan, entre otras cosas, por usar métodos que sean reproducibles por diversos investigadores. Y tienen validez científica si diversos equipos llegan a las mismas conclusiones.

En algunas investigaciones que presentan resultados sesgados inducidos por quienes los financian, son prontamente descubiertas cuando otros equipos partiendo de los mismos supuestos llegan a otros resultados. Por eso mismo se sabe de algunos estudios científicos que no son válidos.

En consecuencia, afirmar que todos los estudios científicos dependen de forma total de los fondos que los financian es una mentira y, mal intencionada.

En el diseño se observa en el púlpito el logo de la Organización Mundial de la Salud. El mensaje pretende desacreditar esta organización. Si bien es probable que haga recomendaciones equivocadas provocadas por malas investigaciones, esto es en casos puntuales.

Una persona culta debería saber que la OMS por medio de su equipo internacional de especialistas y por sus acciones de prevención, ha salvado la vida de millones de personas en todo el mundo.

La OMS es financiada por decenas de naciones de muy diversos regímenes políticos.

La mente funciona estableciendo varios sesgos. Si no nos fijamos en ello, nuestro pensamiento y percepción de la realidad se puede alterar con resultados negativos para nuestra calidad de vida y nuestra inteligencia.

Suponiendo que hay algún o algunos estudios cuyos resultados son distorsionados porque dependen de los fondos que los financian, esto no demuestra ni significa que todos los estudios son condicionados por quienes los financian. Esto es un sesgo de generalización. Atribuir una parte al todo es un error de lógica.

En la imagen vemos una jeringa y una hoja con el típico diseño de un virus. Es un intento de desprestigiar la efectividad de las vacunas para prevenir complicaciones graves en la epidemia de COVID.

A la mayoría de las personas les cuesta reflexionar y hacer un análisis crítico porque nuestro cerebro funciona con el máximo ahorro de energía posible. Esto significa que las personas van a percibir solamente la información que confirma lo que ya de antes creían y rechazarán o no percibirán información que contradice sus creencias. La tendencia es considerar que lo que no corresponde a lo que previamente piensa, es falso. Esto se llama “sesgo de confirmación”.

Por esto, los antisistema y antivacunas probablemente no leerán estas reflexiones ni mucho menos las considerarán para pensar.

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