¡Los pájaros roban!

Orquesta Filarmónica de Santiago tras interpretar «Obertura de La Urraca Ladrona»

La Orquesta Filarmónica en su último concierto ha tocado “Obertura de La Urraca Ladrona”. Un curioso título que contiene también varias anécdotas. Se trata de la ópera compuesta por Gioachino Rossini en 1817. En síntesis, el argumento es el siguiente. Ninetta es una sirvienta y su padre, Fernando, ha desertado del ejército. Obviamente ella lo protege ocultandolo. El amo de Ninetta, Fabrizio, tiene un hijo, Gianetto, que también es soldado. Ellos se enamoran y se disponen a casarse. Pero todo se viene abajo cuando Ninetta es acusada de robo de joyas y platerías. Finalmente, se descubre que todo fue recogido por una urraca cuando al ave se le ve llevando una cuchara de plata. Esto permite la libertad y, como pocas veces se ve en una ópera, ¡final feliz!

Antes de seguir con las anécdotas musicales, recordemos algo sobre las urracas.

La urraca es considera no sólo una de las aves más inteligentes, sino que muchos estiman que es uno de los animales más inteligentes. Es un ave muy astuta. Su encéfalo tiene el mismo tamaño relativo que el de los orangutanes, chimpancés y seres humanos. Son capaces de reconocerse en un espejo, algo que solamente pueden lograr los primates, los defines y los elefantes. Se le encuentra en Europa y en amplias regiones de Asia.

Estas aves son capaces de organizarse para combatir con eficiencia a los depredadores. Y cuando encuentran un animal muerto, como no lo pueden comer así como está, graznan fuerte para atraer a las aves carroñeras. Una vez que ellas comen, quedan pedazos más pequeños del animal que las urracas pueden comer.

Son muy inteligentes y almacenan en lugares secretos los excedentes de alimentos para más adelante. Pero al mismo tiempo, sienten gran atracción por objetos brillantes y les gusta llevarlos a sus escondites: cristales, metales, espejos, incluso, joyas de gran valor.

Distinguen fácilmente entre amigos y no amigos, llegando a crear lazos de amistad con humanos a tal punto de dar la vida por ellos.

Volvamos a Rossini

Lo curioso es que la ópera que mencionamos ha sido rara vez representada. En cambio, la obertura ha sido interpretada muchas veces como una pieza sinfónica independiente.

Otra anécdota es que Rossini fue famoso por su rapidez al escribir. Al parecer, sólo podía escribir las partituras cuando era presionado por las fechas límites. No es una buena manera de producir, porque causa mucho desgaste. Si tienes esta actitud postergativa, tengo una grabación que te ayuda a superarlo. Pongo el enlace al final. Pero, volvamos con Rossini. El productor de la primera presentación de la ópera tuvo que encerrar al compositor en una habitación ¡el día anterior! para que compusiera la obertura. Tan a última hora terminó Rossini que lanzó sus papeles desde una ventana a los copiadores, para que pudieran completar las partes orquestales.

La obertura de “La Urraca Ladrona” es realmente hermosa. Destaca por el uso de cajas o redoblantes, algo poco común en las sinfónicas, y también por el magistral uso de los crescendos por parte de Rossini. Este recurso de usar intensidad creciente de las repeticiones de un tema hasta estallar en un estruendo orquestal no tenía precedentes en esa época. Escucharlo a toda orquesta permite apreciarlo en toda su sobrecogedora magnitud. Te recomiendo que, si escuchas la obertura, lo hagas a volumen alto y en un buen equipo reproductor.

Redoblante

La obertura tiene una música tan bella que seguramente es familiar para mucha gente, aunque ignorando de dónde viene.

Ha sido también usada en comerciales y en películas. La que más recuerdo se escucha en una de las películas destacadas en la historia del cine, “La Naranja Mecánica” de Stanley Kubrick. Se oye la música en un momento especial de angustiosa tensión. También se usó en la película de John Huston, “El Honor de los Prizzi”.

La última ópera compuesta por Rossini fue «Guillermo Tell» cuando tenía 37 años, en 1829. Viviría todavía otros 40 años y, sin embargo, Rossini no volvió a componer. Mucho se ha especulado sobre la razón última de esta drástica decisión. En la cima de su fama y rodeado del esplendor de su gloria, Rossini abandona su oficio para siempre.

Yo también tengo derecho a especular. Yo creo que, como lo he visto en muchos de mis pacientes, la actitud postergativa (procrastinación) y la de funcionar a última hora, sólo bajo presión, es muy desgastante. De verdad, si es tu caso, te puedo ayudar a reprogramar tu mente para que hagas lo mismo, mucho mejor y relajado.


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