
Cuando me encuentro con amigos y conocidos intento disfrutar y vivir plenamente esos momentos. Guardo para siempre en mi ser las alegrías compartidas.
Los sentimientos, imágenes y pensamientos de cada uno están en su interior y algo se puede reflejar en sus expresiones. Pero de algo estoy seguro: cada uno tiene una experiencia distinta y cada uno tiene en su mente una visión diferente del encuentro, aunque objetivamente todos estuvimos en el mismo lugar.
Así sucede en cada acontecimiento de la vida: todos la percibimos distinta según el filtro mental que estemos utilizando. Si el enfoque es pequeño, es muy poco lo que se percibe de la realidad. Si, en cambio, tenemos mucha riqueza de intereses y motivaciones, la vida se nos abre inmensa, con una explosión de oportunidades y de maravillas de las cuales disfrutar y asombrarnos.
Nadie puede percibir toda la realidad tal cual es. Pero podemos hacer mucho por ampliar nuestra mente y nuestros afectos. Esto es la verdadera liberación que conducirá a una mayor sabiduría.