¿Existe la luz al final del túnel? Esta alegoría habitualmente me hacía pensar en una esperanza algo amarga y derrotista. Sin embargo, no ha sido así mi experiencia ahora. Este último tiempo he disfrutado la marcha en el túnel porque decidí obtener lo mejor posible dentro de ciertas circunstancias limitantes. A fin de cuentas, la oscuridad absoluta no existe. Siempre tiene algo de luz.
Sacando lo mejor de mí, fortaleciéndome y con actitud positiva, seguí el camino con serenidad. Y, sí, ¡efectivamente! Al final del túnel hay una luz y llegué a ella. Mi objetivo de toda la vida se ha cumplido y estoy seguro puedo ahora vivir en paz y armonía el resto que me quede de vida.
Y reforzado con la celebración de dos pequeñas, pero significativas fechas. Celebración de la fiesta de la primavera (en un lugar del hemisferio norte, claro) y celebración del día del amor. Es bueno hacer un pequeño alto en la vida y darse un tiempo para sí y para, simplemente, disfrutar la vida simple.
La luz, fuego en esencia, renueva todo.
Sugiero que cuando esperes algo, tengas esperanza. Y que esa esperanza se traduzca en confianza y seguridad que con tu esfuerzo y perseverancia, lograrás lo que quieres. La luz comenzará a llegarte. Mientras lo consigues, ¡disfruta el viaje!
Con cariño,
Sergio Valdivia Correa
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