2023

Estoy en paz

Cuanto más he vivido, más gente he conocido. Y me doy cuenta de que todos somos tan diferentes y percibimos la realidad de modo tan diverso. También me doy cuenta en mí mismo que mi modo de percibir cambia y que hay situaciones que son muy importantes en mi valoración de hoy y que antes no lo eran tanto.

Y si sigo moviéndome en el tiempo, veo que habría hecho las cosas muy distintas en el pasado. Sin embargo, también aprecio que todo fue necesario y aquellos acontecimientos fueron la base de lo que ha sido mi vida.

Tanto cambio en mí y en los demás me ha enseñado a ser más comprensivo y empático.

He participado de muchas ramas del saber humano y he evolucionado con ellas. Ahora, miro al futuro y mucho no me queda. Me miro hoy y veo que he ayudado a cientos de miles de personas del mundo a ser mejores y que en este trayecto he sido feliz haciéndolo.  Y he conocido gente noble, leal y bella. Entonces me imagino ir al pasado, sentarme frente a mi primera terminal tecnológica y dejar un mensaje. ¡Gracias por esta vida!

Iniciando el otoño y compartiendo gratos momentos con amigas de tantos años, tantos que mejor no me acuerdo.

Recopilando y raleando

Desde mediados del año pasado y comenzando este, estoy limpiando mis archivos físicos y digitales. También ordenando o publicando lo que pueda servir. Y también regalando, vendiendo y botando aquello que ya no me es útil.

Siempre he tenido desapego por el pasado. Por eso no me cuesta. Lo que quedan son las experiencias.

Es difícil comprender por parte de los jóvenes y adultos jóvenes de hoy los errores que puedan haber cometido padres y abuelos. Si bien todos cometen errores porque nadie puede nacer con sabiduría, hay veces en que hay más incomprensión. La única diferencia entre los humanos está en que si reconocen o no sus errores. Estas equivocaciones dependen del contexto y de la época que se ha vivido.

Yo soy de un tiempo en que los roles de hombres y mujeres, niños y niñas, estaban completamente separados. Como niño y adolescente, no tuve comprensión de la forma de ser y pensar de las mujeres. Los colegios tanto primarios como secundarios estaban separados por sexos, había ramos de estudio distintos según el sexo, los trabajos estaban delimitados e incluso los roles en la familia. Los hombres no eran formados para cocinar o mudar un bebé o cuidarlo. Los varones tenían que prepararse y estudiar en determinados menesteres y las damas a otros.  Los juguetes eran distintos para niños y niñas, hasta las bicicletas eran diferentes y los colores a usar también.

En mi caso, los primeros años universitarios fueron cursando estudios en disciplinas consideradas fundamentalmente masculinas. Era una rareza tener en algún curso alguna compañera de estudios.

Si a esto sumamos que fui un hijo no deseado, que no tuve cariño familiar ni lazos fraternales ni parentales, es fácil confundirse. No hay guía ni modelos a seguir. No tuve quien me orientara.

Hace pocos años he aprendido a través de la neurociencia que simplemente uno no puede ver ni juzgar aspectos de la vida que nunca ha experimentado. Simplemente uno no los percibe ni bien ni mal, simplemente ¡no los percibe! Y no puedes preguntar ni buscar orientación de algo que ni siquiera conoces o no sabes que no sabes.

Me alegro mucho de que la separación entre sexos se estrecha en la sociedad actual y que ya niños y niñas pueden convivir y jugar juntos.

Nada en la vida es blanco o negro, ni bueno ni malo, nada es absoluto. Toda experiencia tiene también sus cosas buenas. Una de las consecuencias muy favorables de haber tenido esta niñez y adolescencia es la libertad. Con ella recorrí la ciudad, con las lecturas recorrí el mundo. Nadie nunca me dijo que algo era difícil ni me criticó por mis intentos. De modo que eso me ha permitido aprender de todo con facilidad, realizar muchas labores en mi vida lo que ha significado vivir muchas vidas en una y, a esta altura de mi existencia, me permite tener una enorme experiencia.

Así puedo comprender mejor a los demás. Nunca he juzgado a nadie por su manera de ser o actuar, porque no sé en qué contexto se generó su vida. Probablemente, hizo lo mejor que pudo basado en lo que podía comprender y experimentar.

El resultado ha sido mis comunicaciones que han mejorado la vida de millones de personas. Como digo siempre, al final del día, «el valor de una vida se mide por las vidas que toca».

Inteligencia artificial

Este año es de gran evolución digital e informática. La inteligencia artificial se pone al alcance de usuarios comunes y corrientes. No se requiere manejo de códigos.

Por su puesto, ya la estoy usando y aprendiendo. Es fascinante. Es un gran apoyo para hacer más eficiente aún mi servicio.

Mientras la inteligencia artificial comienza a estar al alcance del usuario común, la inteligencia natural está en decadencia.

Reestableciendo lazos

El presidente Gabriel Boric y el presidente Lula Da Silva se abrazan, conversan y reestablecen lazos cordiales con Chile y Brasil. Dos generaciones distintas dialogan.

CLÁSICOS UNIVERSITARIOS

Hubo una época en que la Universidad de Chile y la Universidad Católica tenían equipos de fútbol profesionales que jugaban en la liga oficial. Los jugadores se identificaban con su equipo y valía la honra deportiva. Cuando les tocaba jugar, había un espectáculo previo preparado por los estudiantes universitarios. Cada universidad competía para realizar la mejor presentación que solía ser educativa y a la vez muy entretenida. En tales ocasiones también tuvieron oportunidad de darse a conocer cantantes y nuevas canciones.

La policía, aquí denominada Carabineros de Chile, era respetada y valorada. Solía presentarse el “Orfeón de Carabineros”, un conjunto instrumental que preparaba hermosas melodías para la ocasión. También a veces actuaba un equipo de jinetes de Carabineros realizando sorprendentes acrobacias: el “Cuadro Verde de Carabineros”.

El público repletaba el Estadio Nacional hasta los asientos al borde de cancha. Sí, en aquellos tiempos el público era respetuoso y no hacía falta instalar enormes vallas para impedir el paso indebido a la cancha ni había que poner asientos alejados del borde. La gente disfrutaba del espectáculo artístico y deportivo, y lo respetaba.

Luego de un intervalo para despejar la cancha, se procedía al partido de futbol que se jugaba completo, sin interrupciones. Las familias en las graderías alentaban a su equipo favorito, sin necesidad de tirar objetos a los jugadores o a los árbitros, sin tener que tirar fuegos artificiales a la cancha para atacar a los jugadores.

¡De veras! No lo soñé. Recuerdo que cuando niño alcancé a ir a unos tres de esos “clásicos universitarios” y quedaron las imágenes para siempre en mi mente. El que más recuerdo fue un espectáculo denominado “Cocoliche”. Y un montaje que representó en toda la cancha el fondo del mar, junto a una ballenita que salió cantando “Yo quiero adelgazar…” en la voz de la cantante Sussy Vecky.

Ahora es diferente. Hoy parece que vivo en un universo alternativo, distópico.

Clásico Universitario este año. Partido suspendido, ataques a jugadores y árbitros, a periodistas… Y eso que por incidentes previos, solo se permitió el ingreso a «hinchas» de la Universidad de Chile.

Vivo de mis recuerdos y de mi presente

A mediados de la década de los 70 comencé mis programas radiales y estuve en eso por veinte años. Entregué enseñanzas para ser más feliz y tener una mejor calidad de vida a cientos de miles de auditores. En los albores de internet, cree la revista “Ser Feliz” que llegó a cientos de miles de personas de habla hispana de todo el mundo. Ahora publico mis artículos en mi sitio web y en diversas plataformas por internet.

Desde entonces he tenido la alegría de recibir miles de testimonios de personas que han tenido un futuro mejor gracias a las sugerencias que he transmitido y que aún sigo haciéndolo. Las enseñanzas son buenas. Han servido y los cambios favorables han perdurado toda la vida.

Este testimonio es un ejemplo. Lo recibí un día como hoy hace 15 años atrás de una seguidora de mis sugerencias de aquella época.

«¡Hola, Sergio! Qué bueno que es la misma persona, seguí el enlace de la Revista, pero pudo haber sido errado. Yo resido en Canadá, en la provincia de Saskatchewan, ciudad de Saskatoon. Ahora estamos disfrutando de la primavera y como el invierno es tan duro, aprovecho de plantar una chacrita pequeña en mi patio trasero y muchas flores en el jardín de mi casa. Le mando un fuerte abrazo agradecida porque recuperé mi felicidad gracias a sus enseñanzas. Yo mantengo que nací feliz, pero los avatares de la vida me hicieron sentirme no feliz en diferentes momentos de mi vida. Abrazos, paz y amor.♪☺♥☺. »

Bessie Aida Pino

Un día como hoy 8 de agosto

Uno de mis premios favoritos

En mi vida he tenido miles de personas que me han expresado su cariño y su amor. Si estas expresiones se transformaran en trofeos físicos, tendría que adquirir propiedades especiales para poder ponerlas y exhibirlas.

Este aprecio ha llenado mi alma de gratitud y felicidad. Como todo premio o galardón legítimo, no ha sido gratuito. Ha sido el producto de años de esfuerzo por ser mejor, por superarme, por modificar mi personalidad y mi modo de ver el mundo. Así he podido entregar amor y he logrado transmitir ideas para mejorar la vida de muchas almas.

Es un camino tremendamente difícil para quien como yo nació con condiciones especiales que no le permitieron entender lo que era relacionarse con otras personas y las consecuencias de los actos hasta muchas décadas de vida. Por otra parte, si no hubiera sido así, no me hubiera vuelto experto en el tema de las relaciones humanas. Espero que aún me quede tiempo para compartir la experiencia adquirida.

En memoria de Hernán Sepúlveda Garay. Un amigo que destaca en su cariño pues era raro que hablara de cariño hacia mí. Tan poco usual que no recuerdo haberlo oído. Sin embargo, me dejó decenas de obras concretas, tangibles y que las disfruto cada día. Incluso en este mismo momento.

Hoy se cumplen 9 años de tu partida de este mundo y de tu llegada a mi alma. Infinitas gracias por tu ejemplo.

Corolario.

Te da felicidad ser agradecido.

Es hermoso hacer el esfuerzo de superarse cada día y dar lo mejor de sí a los demás, dentro de las posibilidades que tenemos en ese cada día.

Es liberador aprender a perdonarse y a la vez aprender a ser responsable.

En lo posible, es más significativo poder dar más que buenas palabras y entregar acciones concretas de aprecio.

¿Lo crees así? ¿Qué agregarías?

Santiago de Chile este año

20 de agosto

Un día como hoy, hace diez años, escribo lo siguiente.

«Estoy feliz, feliz. Parece que ya hace un tiempo el Creador confía en mí. Me envía muchas señales. Ahora algo bien tangible, todos mis exámenes relacionados con el pulmón reflejan que estoy sano y no hay rastros de la pleuresía que hace poco me tuvo más en la otra dimensión que en esta.»

Hoy he matado

En octubre de 2000 comencé a publicar por internet notas sobre mi vida cotidiana. Un diario de vida digital que causó gran impacto. Fue si no la primera, una de las primeras publicaciones en español de ese tipo por internet. Hace 23 años atrás, que no parecen mucho en nuestra vida cotidiana, pero que para internet es toda una eternidad.

Este tipo de publicaciones sería conocida posteriormente como “blog” (de b, bio, biografía y de log, bitácora en inglés).

Hoy es algo común e incluso ya pasado de moda ante la llegada de las redes sociales. Particularmente Facebook, gracias al buen ojo de algunos, se transformó en un muro donde se puede publicar la vida diaria fácilmente. Esto reemplazó a los blogs.

Mi bitácora en su época llamó tanto la atención que me escribió un integrante de la Real Academia de la Lengua Española para felicitarme por la idea, por lo simpático de los artículos y por el excelente uso del idioma. Con el tiempo, construiríamos una amistad de años.

Hoy terminé de limpiar mi antiguo blog que contenía cientos de artículos. Algunos los fui publicando de nuevo, otros los he ido actualizando y corrigiendo, otros los he clasificado para futuras publicaciones y otros los he eliminado porque ya han perdido cierta importancia.

Es corto de decir, pero ha representado muchos meses de trabajo.

Bitácora de Sergio Valdivia, Requiescat in pace, R.I.P.

Había una vez…

Había una vez un medio de comunicación infaltable en todas las casas y donde la familia se reunía a escuchar y pensar. Todos podían verse sus rostros mientras lo hacían. Y también este medio era la compañía paa los niños y jovenes solitarios como yo.

En aquel tiempo los locutores radiales eran un ejemplo por su manejo del idioma, cultura y dicción.

Algunos llegaron al nuevo medio dominante, la televisión. Y mantuvieron allí su estilo del correcto hablar aún cuando pudieran estar conduciendo programas livianos de entretención.

Había una vez un caballero llamado Enrique Maluenda que quiso quedarse más tiempo en este mundo. Finalmente, ha tenido que irse quizás porque cada vez hay menos trabajo para personas así.

A los 88 años nos deja físicamente. Y se suma a los que guardo en mis recuerdos, aquí, muy adentro de mí.

Cecilia, La Incomparable, se va a cantar a otra dimensión

He tenido emociones encontradas al ver la miniserie “Bravura Plateada”, inspirada en la vida de Cecilia “la Incomparable”.

Cecilia Pantoja Levi (21 octubre 1943 – 24 julio 2023) tuvo una voz potente, vibrante y llena de matices. Fue capaz de cantar diversos géneros musicales. Y si no había una banda de apoyo… ningún problema. Cantaba a capella también.

Era una jovencita alegre y llena de ideales. Sin embargo, le tocó una vida difícil, sufrió varios accidentes y también recibió torturas en la época la dictadura cívico-militar del país (época que yo viví, por cierto. A mí no me vengan con historias negacionistas). Le rompieron sus dientes y la mandíbula.

La creyeron comunista porque había grabado Gracias a la vida, de Violeta Parra, y Plegaria a un labrador, de Víctor Jara.

Nunca más volvió a quedar bien físicamente y también le dañaron su garganta, por lo que en sus últimos años no pudo cantar igual. En sus presentaciones más recientes pocos años antes de morir, tenía que acompañarse con playbacks. Aun así, todos sus seguidores pasamos por alto esta situación: para nosotros siguió y sigue siendo, la “Incomparable”.

La conocí muy jovencita, igual que yo. Es impresionante el parecido de la actriz que la representa en esos años. Y tuvimos con Cecilia una amistad que duró solo algunas semanas debido a mi timidez e inseguridad. Me conmovió escuchar en la película el apodo con que me dijo que la tratara: Chía. (Véase por aquí).

La miniserie es dirigida y escrita por Vanessa Miller a quien conocí siendo niñita. (Vean por aquí mi historia con los Miller).

A su hermana Daniela Miller también la conocí. Ella me hizo una entrevista y me fotografió para un diario de gran circulación donde di a conocer mi reciente libro publicado en ese entonces: “El Color en su Vida”. Un honor, pues ella es una famosa fotógrafo profesional dedicada especialmente a los artistas.

Chía tuvo la satisfacción y alegría de alcanzar a ver la serie antes de morir.

Santiago este año

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