1973
El golpe de estado y el arte
Hay muchísimas consecuencias nefastas para el arte debido al golpe de Estado. Parece que sucede en todas partes. Hubo un robo de valiosas obras por parte de los oficiales de las Fuerzas Armadas. Por ejemplo, las que estaban en la casa del Presidente de Chile y las que estaban en otros organismos del Estado como la Casa de Gobierno.
Aquí un ejemplo menos conocido del peligro del arte en dictadura.
Exposición Orozco, Rivera y Siqueiros
Se anuncia una extraordinaria exposición en el Museo de Bellas Artes. México, en celebración de su nuevo aniversario patrio, envía a Chile una exhibición de obras de los grandes muralistas mexicanos: Orozco, Rivera y Siqueiros.
La valiosa exposición viene a cargo del curador o comisario Fernando Gamboa , quien como es natural en esta época, se hospeda en el Hotel Carrera. A pocos metros de donde yo trabajo, el Banco Sud Americano. Incluso, voy a almorzar todos los días al Hotel. Estoy ansioso por ir a ver las obras de arte.
Y entonces, ocurre el golpe militar, a un par de días de la inauguración en el Museo. No sólo es bombardeada La Moneda, frente a donde trabajo, sino que también dos tranques y una tanqueta disparan contra el Museo de Bellas Artes.
Leo con avidez las noticias culturales intentando saber si habrá o no exposición.
La dictadura prohíbe la exposición. Y me entero luego que el curador solicita poder llevarse los cuadros a México de vuelta.
«Santiago tenía un ambiente muy particular, como de algo que se avecinaba (…) Estos primeros días de primavera parecen más bien invernales. Me recuerda mucho a Barcelona, de los últimos tiempos de guerra, en 1938», anotó Gamboa, quien ya presagiaba lo que sucedería.
La mañana del martes 11 lo sorprende en su hotel. A partir del momento mismo del bombardeo, comienza a relatar en su grabadora una sucesión de los hechos que luego transcribió a máquina.
A la consternación por este trance histórico, Gamboa sumaba otra acuciante preocupación:
«Me asomé por la ventana y vi llegar camiones con carabineros para ocupar la plaza. Súbitamente recordé Bogotá y tomé mi abrigo y sombrero, con la idea de lanzarme a la puerta antes de que fuera demasiado tarde. Para mí lo importante era la colección, que ya estaba instalada en el Museo Nacional de Bellas Artes», apuntó.
Su intranquilidad creció al enterarse del ataque que por esos días perpetraron dos tanques y una tanqueta contra el museo, para aplacar la supuesta presencia de «extremistas» en el interior del recinto.
Con la ayuda de un guardia de seguridad, Gamboa, que en Colombia ya había salvado distintas obras del caos del Bogotazo de 1948, empaquetó los cuadros y los trasladó hasta el aeropuerto.
El presidente de México presiona y consigue un vuelo especial para que la valiosa colección sea cargada y salvada.
La ventana de mi oficina da al frente y de allí puedo ver esta imagen inolvidable.
Los 169 lienzos de los pintores que lideraron la modernidad artística mexicana, como José Clemente Orozco, David Alfaro Siqueiros o Diego Rivera, han sido salvaguardados por el comisario mexicano Fernando Gamboa.
El vuelo es aprovechado para trasladar a varios exiliados a México, además de las pinturas.
Me quedo sin verla. Arte interruptus. Aun así, hay ciclos que se completan. O, finalmente, ¿quizás todos han de cerrarse?
Este relato se cierra en este enlace.
Gente ingenua donando joyas para que después se robaran millones de dólares y los depositaran en paraísos fiscales
