El trabajo para muchas personas es una tortura. Tiene fundamento esta sensación ya que este concepto deriva del latín tripalium, que era el nombre de un temible instrumento de tortura.
Tripalium ‘tres palos’ es un vocablo del bajo latín del siglo VI de nuestra era, época en la cual los reos eran atados al tripalium, una especie de cepo formado por tres maderos cruzados donde quedaban inmovilizados mientras se los azotaba o, a veces, eran quemados. Esta era la forma de la cruz que empleaban los antiguos romanos para las crucifixiones.
Tripalium significaba “sufrir” y se aplicaba a cualquier actividad que producía dolor en el cuerpo. De tripalium derivó inicialmente tripaliare ‘torturar’ y, posteriormente, trebajo ‘esfuerzo’, ‘sufrimiento’, ‘sacrificio’.
Trebajo evolucionó hacia trabajo, vinculándose poco a poco con la idea de labor. Lo mismo ocurrió en francés, lengua en la cual tripalium derivó en travail ‘trabajo’, vocablo al cual los ingleses dieron la forma travel y un nuevo significado, asociándola primero a la idea de ‘viaje cansador’ y, más tarde, simplemente, a ‘viaje’.
La solución para liberarse de este suplicio y de la maldición de dios de la Biblia “con el sudor de tu rostro comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra” es lo que yo he hecho: ¡no trabajar!
He logrado en mi vida hacer lo que me gusta y en un ambiente tranquilo y más sano. También lo que hago ayuda y beneficia a millones de personas porque produzco bienes para una vida mejor. He dedicado todos los días de mi vida a esta labor y muchas horas al día. No he sufrido, ha sido un juego. ¡Y he aprendido muchísimo de todo!
Inténtalo. Si tú haces lo que te gusta, lo harás bien y ganarás el dinero suficiente para estar bien. Verás que tampoco necesitas mucho dinero ni muchos bienes materiales. Así, el trabajo se transforma en un juego. Juega a vivir y lleva más felicidad a los demás. ¡Pruébalo! ¿O ya lo estás haciendo?
FBSV/IN