De todos los acontecimientos de la vida podemos aprender, si los evaluamos y observamos nuestros comportamientos frente a ellos. Estas reflexiones nos pueden permitir sacar conclusiones y encontrar siempre un mejor modo de hacer las cosas. Con este proceder aumenta nuestra experiencia y nuestra sabiduría.
Te doy las claves para aprovechar todo esto en tu vida hacia el final de este mensaje. Completemos la idea y concluimos para que lo apliques.
Esto ocurre solamente si se deja de culpar a los demás de lo que sucede. Está en cada uno tomar la decisión de ir manejando su propia vida y decidir ser feliz. La felicidad y serenidad depende de la actitud interior más que de las circunstancias externas.
Así podemos darnos cuenta de que todo ocurre por alguna razón que puede consistir en aprender a ser mejores, a tener mejor calidad de vida y a ser más felices.
Como todo efecto tiene una o más causas, todo lo que nos ocurre es producto de una sucesión compleja de causas y efectos. Podemos asegurar que nuestra vida actual y nuestro estado interno, incluso, dependen de causas que se han generado en el pasado, muchas de ellas provocadas por nosotros mismos. Entonces, si reflexionamos en ello podemos concluir que todo ocurre por algo. Y que lo que somos es consecuencia de lo que éramos.
Si queremos entonces cambiar algunos efectos, lo que tenemos que hacer es modificar causas. Dicho en otras palabras, si no quieres tener de lo mismo, tienes que dejar de hacer lo mismo. Ya no importa mucho el pasado para estos fines. Lo que tiene valor es lo que hoy haces para tener un futuro mejor. Vivir en el pasado puede llenar de rencores o frustraciones, lo que es absurdo porque el pasado ya no existe. Lo único real es este momento presente y la forma como lo vivas, creará los efectos para las causas futuras.
Entonces, ¿todo lo que ocurre es por algo? Sí lo es, pero tampoco significa que todo lo que te pasa es producto de tus acciones. Hay muchos acontecimientos que no dependen de ti y pasan a ser, para tu vida, accidentes.
Habrá muchos momentos en la vida que todo resulta maravilloso y extraordinario. Te llenas de gozo y euforia. Sin embargo, no siempre son producto de tus propias causas. Así también habrá muchos momentos en que todo parece no resultar y estar en contra, entonces te llenas de tristeza y amargura. Pero tampoco es siempre producto de que hayas hecho mal. Simplemente son coincidencias. Debido a que no está en nosotros manejar millones de causas que provocan los efectos que nos rodean, no somos responsables, ni para bien ni para mal, de mucho de lo que ocurre.
No pierdas el tiempo buscando siempre una explicación para lo que sucede. A veces, simplemente no la hay. Las cosas pasan. Cuídate de caer en el extremo de pensar “esto que me pasa es por algo” y ocupar demasiado el tiempo en tratar de entender por qué ocurrió. Simplemente, la vida es así, con altos y bajos.
Siempre imagino tener un anillo en mis manos, lo imagino porque físicamente no los uso. Y este anillo imaginario tiene grabada la frase “esto también pasará”. Me ayuda a tomar las cosas con más serenidad, porque en realidad, todo pasará. Momentos favorables y momentos desfavorables, logros y fracasos, sol y tormentas…
Entonces, puedes aprender a tener más serenidad y vivir la vida con una mirada más amplia hacia el espacio y el tiempo, no tan centrada en la inmediatez. Alégrate cuando las cosas salgan bien, ocúpate cuando salgan mal y vívelas con más serenidad y paz porque todo pasa.
La felicidad y plenitud no se producen por algunos momentos de euforia. Se producen por una suma de muchos y pequeños acontecimientos cotidianos en los que te sientes bien, en los que amas, en los que eres solidario y en los que tuviste la satisfacción del deber cumplido.
Serenidad a todos los seres.