¿Has notado que la mayoría de las personas parece nunca estar satisfechas con la ropa que tienen, con los zapatos que tienen, con las carteras que tienen, con el celular que tienen…? Sienten el impulso desde lo más primitivo de su cerebro de consumir y de experimentar un sentimiento de carencia permanente. Nunca se satisface de esta manera la sensación de carencia, de modo que a más objetos que se posean, generalmente mayor es la infelicidad y la insatisfacción.
«El deseo humano es un vacío, una nada que anhela ser colmada. Por eso, entregado a sí mismo y carente de toda orientación, está amenazado por la vacuidad.»
Hegel.