Quienes muestran características como solidaridad, compasión o empatía, son vistas como más confiables, seguros y capaces de ayudar a su potencial pareja en caso de necesidad.
Aunque parece evidente que si se busca establecer una relación estable, estas características sean las deseables, lo cierto es que la sociedad en la actualidad tiende a favorecer otras cualidades, como la competitividad, el anhelo y consecución del éxito y un grado importante de seguridad en sí mismo. Sin embargo, cuando estas características son desplegadas en el terreno de la vida en pareja, pueden causar conflicto.
Desde una perspectiva evolutiva, es comprensible que nos sea atractivo alguien a quien, debido a sus atributos, se vea como confiable, cariñoso y sensible, porque se trata de alguien que estará ahí cuando lo necesitemos, que será capaz de dar apoyo.
Si se tratara de escoger como pareja a aquella persona que muestra las características ideales, las relaciones de pareja serían un campo con menos problemas. No obstante, también entran en juego otros factores, a nivel inconsciente, que determinan en mayor o menor grado a quién escogemos como pareja.
Por ejemplo, puedes desear mucho encontrar a alguien que sea sensible, solidario, que comparta principios y visiones fundamentales, que te escuche y que te ayude cuando tengas problemas. Pero si en tu experiencia de vida no has tenido relaciones que te entreguen eso, ya sea en la familia o con otras parejas, será difícil que puedas darte cuenta de que la relación en la que te estás comprometiendo no se dan esos atributos.
Sociedad competitiva
Ahora bien, la sensación de seguridad que las personas buscarían en sus parejas tendría relación con la sensación de permanente demanda que sienten las personas en la actualidad.
Históricamente se supone que se ha premiado el éxito, el mostrarse muy seguro sin dar signos de fragilidad, exitosos y competitivos. Es probable que algunas personas sientan que mientras más calcen con ese modelo, más aceptados y queridos van a ser. Pero no son esos los rasgos que más se necesitan en una relación de pareja.
Por ende, si las parejas se están haciendo cargo de este tipo de demandas, las personas terminan sintiéndose frustradas al interior de una relación con muchas de sus necesidades insatisfechas.
Y es que, si me siento exigido y demandado por todo, es justamente la relación con mi pareja el espacio donde uno se debiera sentirse más libre y acogido.