
Cada ser humano posee una dualidad intrínseca. Dentro de ti conviven aspectos que parecen contradecirse: la razón y la emoción, la acción y la reflexión, el deseo de seguridad y la necesidad de aventura. Estas polaridades son como dos extremos de un mismo espectro que, cuando se reconocen y se integran, permiten un desarrollo personal más completo.
Encontrar el equilibrio interior es un viaje personal y profundo, en el que cada uno de nosotros convive con fuerzas opuestas que, en apariencia, parecen incompatibles. Sin embargo, integrar estas polaridades es la clave para vivir de manera plena y consciente. A lo largo de mis años de experiencia en orientación y reprogramación mental, he comprobado que comprender y armonizar estas dualidades transforma la calidad de vida.