Gracias al avance de la ciencia y medicina occidental hemos aumentado la expectativa de vida de manera espectacular en las últimas décadas. Antes, se esperaba vivir 30 o 40 años. Hoy hay mucha gente que vive más de 90 años y hay cada vez más personas que viven más de 100 años.
No es verdad lo que dice la Biblia que había gente que vivía cientos de años. Al menos, no es verdad en el sentido literal. Se trata de una alegoría. Estas figuras o metáforas eran muy usadas en el mundo antiguo para entregar alguna enseñanza.
No obstante, en algún momento moriremos.
Y podemos desaprovechar las ventajas de la vida moderna si tenemos una vida de estrés aumentado y permanente. Esta tensión constante enferma, desgasta, disminuye nuestras defensas y afecta nuestro sistema inmunológico.
Es una buena idea simplificar la vida, deshacerse de muchas cosas que no se usan, no caer en el consumismo constante a que impulsan subliminalmente las grandes empresas, darse tiempo para sí y para las amistades, meditar y reflexionar un poco cada día, entre otras conductas saludables y renovadoras.
Mi equipo y yo hemos dedicado toda una vida a entregar enseñanzas prácticas para vivir más, y especialmente, para vivir mejor.
FBS/INSS