Paradojalmente quien se aprovecha de las debilidades de otro es porque éste es más débil aún de quien se aprovecha. Si todavía una persona no es capaz de asumir su vida y todavía no puede desarrollar una personalidad más fuerte debido a su trabajo personal, a su dedicación a conocerse y superarse, entonces no le queda otra que sentirse superior intentando dominar a quien por el momento está más débil. Es una manera fácil de sentirse superior que resulta… hasta que no venga otro más abusador aún.
La solución es comenzar a hacerse responsable de su vida, no culpar a nadie, y con esto, tomar el mando de sí mismo. Habrá errores, pero asesorándose con buenos guías, se sale adelante rápido, con más experiencia y más sabiduría.