1983

Mi primer PC personal

Aurelio me trae este equipo. Tiene el sistema operativo CP/M. Se carga con discos flexibles (floppy disk). Lo disfruto muchísimo.

Comienzan grandes privilegios

Sin posibilidad de análisis público ni control alguno, se van enriqueciendo determinados empresarios. Este año se intervienen los Bancos para salvarlos de la quiera. Se hace con dinero de los impuestos de todos y sin preguntar a los ciudadanos.

MIentras el 30% del empleo lo tienen personas con trabajos precarios y temporales con sueldos bajísimos. Han llamado esto POJH Y PEM.

No me gustan tantas desigualdades. La diferencia entre quienes tienen una vida tranquila y asegurada económicamente con respeto a quienes viven con menos de lo mínimo es demasiado grande. Esta enorme diferencia no es producto de capacidades o inteligencias.

Todos son de interés para nuestro Círculo Aleph

Desde niños a ancianos, desde creyentes y no creyentes. Buscamos ayudar a construir una humanidad más unida y en paz.

Los hijos de los alefos (integrantes del Aleph) los llamamos «alefines». Aquí disfrutan de actividades organizadas por la Educadora Cristina González L. (Alcione). Ella también es Educadora de Párvulos.
Mientras tanto, al interior de una viña en Curacaví, camino El Toro, sector del Taco.
Así me ve un artista. Un súper héroe combatiendo la ignorancia.

Carolyn Jones

Soñaba con ser una glamorosa estrella de cine.

No pudo serlo, su Morticia Addams hizo que su sueño de Hollywood se metiera dentro de un televisor.

Antes de cortar las rosas y disfrutar de los tallos decapitados, antes de seducir a Homero hablando en francés, de tejer cuellos desafiantes, de tocar el shamisen o de bailar con Merlina, Carolyn fue una actriz secundaria que arañó las sombras de un protagónico.

Nominada al Oscar por The Bachelor Party (La noche de los maridos, 1957) compartió escenas y créditos con Elvis Presley, Sinatra, Marlon Brando, Natalie Wood, Vicent Price, Kirk Douglas y Shirley MacLaine; fue la mujer descalza con anillos en los dedos de los pies que asombra a Jean Simmons en Désirée y la enfermera Finch en La comezón del séptimo año de Billy Wilder con Marilyn Monroe.

Antes de que sus ojos Esmeralda miraran fijos a la cámara mientras sus manos hacían el icónico chasquido rítmico de la familia televisiva, Carolyn fue la mujer de los planos perdidos en la memoria que recuerda los primeros planos de otras mujeres.

Inauguró la dinastía Addams que su descendiente gótica, Anjelica Houston, exageró con admirable inclinación y compartió monstruosidad de época con Yvonne de Carlo, la matrona ubérrima de The Munsters.

Cuando la serie de la familia Addams terminó, cuando ni el Batman de Adam West pudo rescatarla (fue Marsha, la Reina de los diamantes), cuando todos esperaban que siguiera siendo Morticia, Carolyn salió de escena.

Un tiempo después volvió al teatro, apareció en «Raíces» y en «La Mujer Maravilla».

Murió el 3 de agosto de 1983; a los 53 años de cáncer, un año antes se casó con su novio, el actor Peter Bailey-Britton y posó sonriente para las fotos de las revistas junto a John Astin (Homero Addams) luciendo un encaje de novia que cubría su cabeza calva por la quimioterapia.

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