1982

Café del Cerro

En septiembre, se inaugura el Café del Cerro. ¡Y ahí estoy!
Con Eduardo Gatti, 36 años hacia el futuro. (2018)

La sangre te hace pariente, sin embargo la lealtad te hace familia.

En un tiempo en que los artistas eran vetados o no tenían trabajo, el café les pagaba por sus actuaciones. Cualquier noche se podía oír a Eduardo Gatti, Santiago del Nuevo Extremo, Pablo Herrera, Shwenke y Nilo y Felo, quien con su humor de trasnoche llamaba Mi El al capitán general. Eran tiempos de omisión y ese sinsentido provocaba carcajadas.

La inauguración fue preparada con mucho cariño, fue echar la casa por la ventana. Se invitaron cerca de 200 personas donde se les atendió como en la mejor de las fiestas. Hubo corridas de empanadas, anticuchos, mucho trago a destajo, vino caliente seguro en esa época. Actuaron: Peralta, Gatti, Cristina González, el grupo Aleph, entre otros. Alex Zisis con Sergio Bravo, que eran del grupo Aleph, Los de las Chacras, que se llamaban. El Negro Piñera, estaba en su boom en ese momento. Llegó Gervasio de improviso, dijo “yo tengo que estar acá” (venía de ganar el Festival de la Canción de Viña del Mar).

Los Prisioneros hicieron el prelanzamiento de Pateando Piedras durante tres jueves y fueron desbordantes. Hacían un ranking de los artistas que llevaban más público y lo anotaban en el bar. A la cabeza iba Eduardo Gatti con 370. Los Prisioneros lo rebasaron con creces, fue tanta gente que resultó imposible contar cuántas personas había adentro. Otra noche que actuaba Congreso y no cabía un alma más, se desboradaron las alcantarillas del baño. Hasta el poeta Nicanor Parra estuvo en el café, pues se presentó en el patio la obra «El Cristo de Elqui».

En 10 años tantas noches memorables. Por ejemplo, el primer aniversario del café se hizo una fiesta con invitados, periodistas, artistas, la gente de los talleres, cantaron muchos artistas de los que habitualmente tocaban en el café. Y resulta que en la noche, con toque de queda(en plena dictadura), el cuidador de autos avisa que alguien andaba pinchando neumáticos. Partieron Marjorie y Mario y encontraron una vulcanización, en varios viajes fueron a dejar los neumáticos para que los arreglaran hasta que se pudieron ir todos. Hasta al director del Canal 13 le picharon los autos.

Hubo también avisos de bombas, una de ellas un fin de semana que tocaba Shwenke y Nilo a tablero vuelto. Se llamó y llegó el Gope («Grupo de Fuerzas Especiales»), cerró la calle. Nelson Shwenke, con mucho tino, explicó a la gente lo que estaba pasando y los hicieron salir al patio. Revisaron todo el café, no había nada y la gente volvió a entrar. No se fue nadie. Esa era la mística que se vivía. Tal como los medios opositores a la dictadura, el café no sobrevivió a la democracia y cerró sus puertas en 1992.

Otro viaje a Brasil

Esta vez me quedo varias semanas. Comparto en Curitiba con Octávio Ulysséa (1931-2009). Tiene un emprendimiento muy similar a Círculo Aleph. Me hace recorrer las aulas, me presenta a los docentes y administrativos. «Si usted se queda, puede hacerse cargo de esta multiversidad», me dice. Me muestra los terrenos donde piensa ampliar. Apoya su brazo en mis hombros y me invita a imaginar cómo será y cómo yo podría dirigir el proceso.

La oferta es muy tentadora. Atravieso un episodio de mucha envidia y calumnias por parte de algunas personas.

Sin embargo, tengo un episodio sobrenatural y mágico, no podría decirlo de otra manera, que me indica que debo regresar, fortalecerme y continuar adelante con Círculo Aleph. Él mismo me dice más tarde: «debes mirar desde el sur».

(Círculo Aleph tiene ahora su sede central en Corte Suprema 175, Santiago).

Octávio fue profesor de ciencias sociales y administración pública en la Universidad Federal do Paraná y titular de la cátedra de sociogía durante 24 años.

Vuelvo al sur

Organizamos este gran evento que cuenta con una gran asistencia de público. Hermosos participantes, artistas y público. Afiche realizado con mi vieja máquina de escribir.

Más al sur, en Temuco

Es un año con mucha actividad. Viajo a Temuco y doy una conferencia con gran asistencia de público. También doy el curso «Exito Mental». Las actividades han sido organizadas por los «alefos» de la Sede Temuco de Círculo Aleph, siendo su coordinador Aurelio Sandoval.

Con Aurelio visito también Puerto Saavedra, lagos y otros sectores.

Vamos también a la comunidad «Luna del Sur» conciendo la experiencia de Judith Camus y John Selby, quienes intentan cultivar hortalizas y frutales con total ausencia de fertlizantes y pesticidas.

En Villarrica contactamos con nuestro representante del Aleph, Eduardo Rost.

También me entrevistaron en el Diario Austral.

Vamos adelante, resistiendo siempre.

En la puerta de la sede del Aleph se encuentra por largo tiempo este vehículo. Muchos piensan que es mío. Pero no, ando a pie no más.

Electricidad industrial. Venta e instalación de luminarias.

También vendiendo e instalando en edificios más pequeños

Mis lámparas seguirán funcionando muchos años más. 👉 ¡Mira!

No es fácil publicar revistas en estos tiempos

Revista contestaria «La Bicicleta».
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