1959

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El presidente de la república, Jorge Alessandri Rodríguez, baila con la princesa Alejandra de Kent (prima de la Reina Isabel II). Alessandri atendió a la princesa en Ingles, bailó con ella, veló que no le faltara nada. Gran anfitrión y muy admirado

Días de radio

Hace ya algunos años que acostumbro a ir a los espectáculos en los auditoriums de las principales radios del país. A ellos vienen renombrados artistas del extranjero, artistas chilenos consagrados y también debutantes.

La entrada es gratis. No es fácil conseguirla. Sin embargo, a fuerza de perseverancia y, también, la sorpresa de ver un niño (un «cabro chico») tan interesado, me gano la buena voluntad de los funcionarios de las emisoras y siempre hay entradas para mí, aunque sea poniendo una silla extra.

Es la época de los «jingles», mensajes publicitarios cantados. Al público se nos hace cantar los estribillos y es bien entretenido. Esto lo disfruto especialmente en CB114 Radio Corporación (ubicada en Morandé 25, segundo piso, propiedad del Banco del Estado y expropiada por la dictadura militar para transformarla en Radio Nacional) y en CB 118 Radio Portales (en Agustinas 1022, décimo piso). En dieciseis años más participo en Radio Portales por 20 años, ubicada para entonces en calle Ejército.

«Bayer consiguió, con toda su experiencia, la grata efervescencia para su bienestar… un vaso agua y ¡Yastá! Es analgésico, contiene antiácidos y soluciona el malestar… ¡es de Bayer y Yastá!» Esto se canta en Radio Portales en los shows del buen humor, con Patricio Varela, Jorge Romero «Firulete» y otros. Y especialmente en el «Show Continuado», programa que junto a «Calducho» daría inicio al movimiento musical conocido como la «Nueva Ola».

En Radio Corporación, durante el programa en vivo «La Caravana del Buen Humor» con libretos de Alejandro Galvez (1). El libretista o el animador, grita al público: ¡¿Para calugas?! Respondemos: ¡Calaf! (Se repite tres veces). Y terminamos con un ¡Calaf, y no hay maf! El flaco Galvez es el autor de la «Cueca del Guatón Loyola» y también director de varios Clásicos Universitarios. Sería muy extenso hablar de Gálvez, quien realiza múltiples actividades, viviendo varias vidas en una sola.

La caricatura del Flaco Gálvez es realizada por René Ríos, Pepo, el talentoso dibujante de Condorito.

Calaf es una prestigiosa fábrica de dulces y chocolates ubicada en la ciudad deTalca, al sur de Chile. Es una gran industria junto con la Fábrica Chilena de Fósforos, también en Talca, en cuya cajita figura un dibujo de la Cordillera de Los Andes con sus nieves eternas. Más adelante, circulará el chiste que la única parte donde se puede ver la cordillera en Santiago es en la caja de fósforos, ya que la contaminación ocultará este enorme macizo durante varios días.

En 2016 se pondrá fin a la fábrica Calaf, un patrimonio de Talca. De acuerdo con una investigación del historiador Jorge Valderrama, si bien la empresa Calaf se creó en 1925, comenzó a materializarse en enero de 1898, cuando Miguel Palet Respail instaló la pastelería «La Palma» y luego la confitería «Palet». En 1915 invitó a participar del negocio a su sobrino Esteban Calaf, quien llegó desde España a la ciudad el 31 de mayo de ese año. En 1918, Miguel se retiró del negocio, vendiéndole la confitería-pastelería y la fábrica de dulces a su sobrino. En 1925, en compañía de su hermano Enrique (llegó de Cataluña), Esteban formó su propia industria de caramelos, que bautizó como Calaf Hermanos & Cía. En 1936 se estableció en 4 Oriente 831, en donde ocupaba casi media manzana. 

En su mejor momento llegó a producir 500 toneladas anuales de golosinas, con productos tan conocidos como Suny, Safari, Ricolate y Goyak, entre otros. Caminar por los alrededores de la planta era un placer, ya que la cuadra olía a chocolate.

En la ciudad de Talca también funciona la Compañía Chilena de Fósforos y su marca «Los Andes». En el futuro de una capital del país muy contaminada, se dirá que en el único lugar donde se puede ver la cordillera de Los Andes es en una caja de fósforos.

Volviendo a las radios de esta época. Me gusta mucho escucharla. En Radio Corporación se transmite «El Gran Teatro de la Historia», desarrollando por algunos meses el radioteatro «Adiós al Séptimo de Línea». Se transmite lunes a viernes a las 21 horas. Entre sus actores están: Hugo Arteagabreita, Petronio Romo, Emilio Gaete (disfrutaría después en su papel de alcalde en «La Pérgola de las Flores»), Enrique Heine, Enrique Balladares, Víctor Hidalgo, Sergio Campos, Humberto Loredo, Guillermo Bruce, Justo Ugarte, Aníbal Reina y muchos mas.

Foto: Entre las artistas que se presentan este año en Radio Corporación, está la cantante Luz Eliana, dotada de una hermosa voz.

En CB93 Radio Nuevo Mundo escucho a las 19 horas «Tarzán el Hombre Mono». Un radioteatro de mucho éxito. La voz de Tarzán la pone Julio Jung, quién hará en unos años más un programa de televisión llamado «La Manivela». Y muchos después, yo tendré mi propio programa sobre temas para una mejor calidad de vida, en esta Radio. (Mientras tanto, juego a hacer un programa radial utilizando unos discos que hay en la casa y libretos que yo mismo hago).

Me gusta escuchar también historias de terror: «El Siniestro Doctor Mortis». Juan Marino su creador y la voz del doctor Mortis, agrega después de la presentación: «historias para calmar los nervios, jajaja». Y no me pierdo en Radio Agricultura el programa «La Tercera Oreja» con Joaquín Amichatis: excelentes historias con temas paranormales. También tendré años más tarde, un programa propio en Radio Agricultura.

Juan Marino. Creador, guionista y voz del «Siniestro Doctor Mortis».

Parte del elenco de «El Siniestro Doctor Mortis». Al centro, Juan Marino. Al lado izquierdo se ve un timbre de color negro y forma alargada. Se usa para llamar al operador de controles. Me encantan esos timbres. Tengo varios.

En Radio Portales es imperdible el programa «Hogar, Dulce Hogar». Un radioteatro cómico muy dinámico y actual, gracias a los libretos de Eduardo de Calixto (en el papel de Celedonio Menares). Su mujer, la Sinforosa, es interpretada por Marta Charlín. En el hogar de ellos todos los días va un «maestro» que hace de todo: gasfitería, electricidad, carpintería… en fin, de todo. Pero, ¡mal hecho! El papel es representado por Mario Rebolledo, quien es completamente calvo. Entonces, Eduardo de Calixto, con el humor que lo caracteriza, le puso el nombre de «Maestro Chasquilla» (obviamente, era imposible que él tuviera chasquilla). El término se populariza tanto que durante muchos años se llamará «Maestro Chasquilla» a los «maestros» que hacen de todo y todo lo arreglan con un «alambrito». Años después, la mayoría ignorará de dónde viene este nombre. La esposa del Maestro Chasquilla se llama «La Pelá», interpretada por la actriz y cantante Iris del Valle. Elga Cristina era una actriz muy romántica y que vivía soñando con el amor de un hombre mayor que conocía. Eduardo de Calixto creó para ella el personaje «La Raca» que tenía las mismas características.

Como los libretos lo hace a última hora, incluso estando ya el programa al aire muchas veces Eduardo está terminando las últimas hojas, los actores no los pueden leer antes. Y se encuentran con bromas y alusiones a ellos mismos, lo que les causa tanta risa que muchas veces no pueden continuar con la lectura al aire. Todos los asistentes a la grabación del programa nos contagiamos con tanta algarabía.

 La presentación la hacía un joven Patricio Varela, con quien más tarde estaré 20 años en radio en el programa «Saludando la noche en Portales».

«Hogar, dulce hogar» formaba parte de un programa mayor denominado «Carrusel del Aire», que además comprendía las secciones «La noticia y su comentario», «Soñar no cuesta nada» y «Cartas Perdidas». En ésta De Calixto abandonaba su faceta humorística para dar paso a su vena romántica de fina y delicada creación.

También, en la década del 40, Eduardo de Calixto creó el programa «Pinceladas de Actualidad», que incluía las secciones «Las picardías de Copucha, el colegial», (inicialmente con el humorista Tato Cifuentes), «Estampas de la vida» y «Lo que cuentan las canciones».

Durante su permanencia en Radio del Pacífico, De Calixto desarrolló programas concurso como «Quien tiene la razón» y «Hasta quemarse los dedos», y los días domingo en la mañana dirigía y animaba «La Escuela dominical de “Copucha el colegial». 

Parte del elenco de «Hogar Dulce Hogar». De izquierda a derecha: Elga Cristina, Eduardo de Calixto, Rolando Caicedo, Marta Charlín, Mario Rebolledo, Marta Pizarro, Nené Donoso y Teresa Maybée.

A propósito de dichos que perduran en el tiempo y no se recuerdan de donde vienen, muchos de ellos se deben a la radio. En San Diego con Diez de Julio hay una casa comercial que se llama «Casa Moya». La publicidad radial que se populariza mucho dice «Aquí no paga usted, paga Moya», queriendo decir con esto que los precios son justos y que la casa comercial no cobrará de más. «Paga Moya» se escuchará por años con el significado de no saber quién pagará algo, pero que no es uno quién lo hará. Nadie recordará de donde viene la frase… es el poder de la Radio.

NOTAS

(1) «Debido a la gran carga de trabajo que tenía El Flaco Gálvez, muchas veces terminaba de confeccionar sus libretos poco antes de tener que presentarlo a los actores para su aprendizaje.
Cuando escribía en su vieja máquina Underwood, lo hacía sólo con dos dedos y para evitar que las ideas que le llegaban a su cabeza se le escaparan, lo hacía a gran velocidad, razón por la cual cometía toda clase de errores, los más frecuentes eran que se comía parte de las palabras o cambiaba las letras dejándolas ininteligibles. Por la premura no corregía lo que escribía, argumentando que sus actores igual le entendían. Corregir en una antigua máquina era latoso y complicado, no se compara con lo fácil que se hace en un
computador en el día de hoy.
Efectivamente los actores hacían un gran esfuerzo para entenderle y corregían con lápiz aquellas palabras que podrían tener una dificultad al leer el libreto en vivo. Muchas veces le tenían que preguntar al libretista qué quiso poner o decir.
Un día, los actores: encabezados por Jorge Romero Firulete, Rubén Zelaya, Héctor Santelices, Carlos Helo, Alejandro Lira y Violeta Galdró, se pusieron de acuerdo para leer el libreto entregado, tal cual se leía previo a las correcciones. Esa noche el público disfrutó de una chacota indescriptible, al único que no le hizo gracia fue al Flaco Gálvez que esta vez fue víctima de la broma de sus dirigidos.
En los tiempos en que no existía la televisión, la gente escuchaba radio y se imaginaba a los actores detrás de los personajes inventados y desarrollados por el Flaco. Este se dio cuenta de la avidez que tenía el público por conocer a estos invisibles personajes y comenzó a darlos a conocer por medio de giras en teatros móviles, por todo Santiago primero y luego por todo Chile.
Así se convirtió en el primer empresario de teatros móviles de la época, generándose de este modo una fuente de ingreso adicional para el elenco de radio que funcionaba como una pequeña empresa tipo cooperativa.
Fue un empresario ejemplar por lo responsable y profesional por una parte y por el respeto y armonía que siempre tuvo con su personal. Destacándose su gran preocupación por el ser humano que se encontraba escondido detrás de cada uno de los personajes que
el creaba.

Su Caravana del Buen Humor fue su segunda familia; todos eran amigos y disfrutaban lo que hacían. Cuando salían de giras, después de la función nocturna, el Flaco siempre invitaba a su elenco a comer en algún restaurante de trasnoche y la velada continuaba entre risas y chacotas hasta altas horas de la madrugada.»

«El Flaco Gálvez» por Gabriel Gálvez Carrasco

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