1953

Los seres son los seres y los nombres son los nombres

Mi abuela me manipula a mí, un niño pequeño que no entendía nada, llevándome a Valparaíso (puerto en la zona central de Chile) para pedirle dinero a mi abuelo Horacio.

Nunca conoceré lo que es tener padre o madre, hermanos o una familia. No quedó registrado en mi cerebro ni en mi mente. Tendrán que pasar décadas antes que comience a preguntarme lo que eso significa y las responsabilidades que conlleva. Era tal mi ignorancia o no registro de esto, que durante mi vida escolar, escuela y liceo, ni quiera me daría cuenta que nadie se ocuparía de mis estudios ni de asistir a las reuniones en que citaban a padres y apoderados. En mi graduación, sería el único de mi promoción que no seré acompañado por nadie. Esto no impediría que sacara altísimos puntajes en mis exámenes de ingreso a la universidad. Recién comenzaré por esa época a sospechar que había algo diferente conmigo. Como aprenderé y enseñaré en el futuro, la vida de cada uno depende no de los hechos, sino del significado que se les da a esos hechos. Y cuando no hay hechos, ni siquiera la mente puede darle significados. 

Este año, aproximadamente, no me acuerdo bien, mi abuela Elena aprovecha un descuido del abuelo Horacio para timbrar con unos timbres que estaban sobre su escritorio en un certificado o documento que traía hecho. Estoy presente en el momento que lo hace, aunque sabría mucho tiempo después qué fue exactamente lo que hizo, nada menos que la falsificación de documentos públicos. Esto le permite llevar al Registro Civil de Ñuñoa en Santiago estos documentos y cambiar mis apellidos que originalmente eran Bonzi Lara por Valdivia Correa. Sería pues inscrito varios años después de mi nacimiento. Esto trajo como consecuencia de no poder ingresar al sistema educacional hasta unos cuatro años después de lo que me correspondía. No sólo se fueron mis apellidos originales, sino que también se fue mi padre y a mi madre, Blanca Lara, la hicieron desaparecer.

Estación Mapocho

Caja Nacional de Ahorros y el ajedrez

Este año, tras cinco años de trabajo, se termina de construir el edificio de la Caja Nacional de Ahorros en Alameda, entre las calles Bandera y Morandé. Fue diseñado por el arquitecto Héctor Mardones, quien ganó el concurso de anteproyecto en el año 1945.

Poco después serán unidas varias entidades de ahorros para crear el Banco del Estado de Chile.

Además de las oficinas de Banco del Estado, albergará en años futuros al Museo del Ahorro, fundado en 1992, a la Galería Antonio Varas, que inicialmente estaba destinada a las oficinas del banco, pero que posteriormente se convirtió en una galería comercial y a la Sala Antonio Varas, ocupada por el Teatro Nacional Chileno.

La Caja Nacional de Ahorro publica un almanaque anual. En uno de sus números publica las reglas del juego de ajedrez, además de figuras para recortar y armar un tablero y su juego. Así aprendo a jugar, lo que me llevará a participar de varios torneos.

No tuve nadie que me enseñara. Como no conozco a ninguna familia, no me pareció extraño. La solución es aprender por mí mismo.

Mi primera revista

Se realiza en Chile el Campeonato Mundial de baloncesto femenino, en el cual participan 10 países Argentina, Brasil, Chile, Cuba, Estados Unidos, México, Paraguay, Francia y Suiza. Campéon Estados Unidos y Chile en tercer lugar.

Diseño una revista que hago a máquina y a mano, dibujo mis primeras historietas. Contiene las noticias de los partidos que escucho por radio. Y las tiro bajo la puerte de un pensionista que había en la casa, la primera persona en el mundo que valora mi creatividad y mi afán de aprender. La revista se llama «Rapidex». Sí, ¡se imprime muy rápido!

Un pequeño viaje al futuro y veo estas dos situaciones.

«Las damas no se quedaban atrás, en el primer mundial de baloncesto femenino, efectuado en 1953 en Chile, las nacionales terminaron en la tercera ubicación. En los Panamericanos de 1955, las chilenas obtuvieron el segundo lugar detrás de Estados Unidos y en el sudamericano de 1956, Chile fue campeón invicto con un equipo en que destacaron Ismenia Pauchard y Onésima Reyes.

Sin embargo, esta brillante generación de hombres y mujeres no tuvo continuidad en el tiempo y el baloncesto chileno comenzó a decaer. Ni siquiera la creación de la liga profesional Dimayor en 1979 ha logrado revivir las grandes actuaciones de las selecciones chilenas en el pasado.»

También veo en el futuro que me botarán todo, incluso estas revistas. Así que no conservo ninguna. Sin embargo, Dirigiré un periódico provincial («El Puangue») y editaré unas revistas de mucho éxito: «Ser Feliz».

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La vida puede cambiar positivamente en muy poco tiempo

Kirk Douglas este año fotografiado en Cannes con… Brigitte Bardot a sus 19 años. Brigitte ha sido modelo y actuado en algunas películas como actriz secundaria.