2022
Soy muy infantil
Igual que los niños, me maravillo de lo que sucede alrededor. Por ejemplo, me asombra la capacidad que ha alcanzado la humanidad para comunicarse con un objeto que está a 23.500 millones de kilómetros desde mi casa. No puedo imaginar cuánta distancia es esto, pero sí sé que es mucha.
Lo curioso y paradójico es que mucha gente es incapaz de comunicarse con alguien que tiene a pocos metros de distancia. Probablemente en los cientos de científicos y técnicos que se comunican al espacio con éxito habrá muchos que no se comunican bien en su casa.
La sonda espacial Voyager 1 comenzó a enviar datos truncados sobre su ubicación, el pasado mes de mayo. La NASA logró una prodigiosa reparación a una distancia casi inimaginable.
La sonda enviada al espacio por la NASA en 1977, se encuentra a una distancia de aproximadamente 23.500 millones de km de nuestro planeta. A pesar de la enorme lejanía, el aparato ha enviado a la Tierra importantes datos que han permitido, por ejemplo, captar el sonido del gas interestelar.
No obstante, hubo una falla en una de sus computadoras a bordo. Los técnicos de la agencia espacial consiguieron reenviar los datos correctos y restituir el flujo de información desde la computadora correcta, aunque creen que la falla de fondo se encuentra en algún circuito de otro componente de la nave.
“Nos alegra tener de nuevo toda la información telemétrica” desde la Voyager, afirmó la directora del proyecto, Suzanne Dodd, en el sitio oficial de la NASA.
Dodd agregó que, pese a la persistencia de la falla oculta en la sonda espacial, no se encuentra el riesgo la operación general de la nave, ni siquiera a largo plazo. Es natural, aclaró, que luego de tantos años algunos componentes hayan sido dejados de usar.
Un pedacito de la vida de cada persona que he amado se queda en mí
Cuando un ser ha dedicado su vida al servicio expresando en sus actos una lealtad incondicional a su mentor, cuando un ser ha sido feliz expresando su amor fraternal y ha estado siempre dispuesta a colaborar con alegría y entusiasmo, podrá cumplir una etapa y dejar este mundo en paz. Y permanecerá viva en el alma de quienes le han conocido.
Creamos o no en una existencia más allá de la tierra, ya ha tenido una vida tranquila y valiosa, siendo una luz para quienes estuvieron cerca. Y si esto es un pasar momentáneo de una vida que tiene una existencia mucho más allá de esta personalidad, también se puede tener la seguridad que esa felicidad y plenitud seguirá manifestándose y será un cielo ganado.
Estoy pues cierto que la paz permanece en nuestra amada María Inés Vera López, ahora y siempre.
Infinitas gracias por tu lealtad y amor. Ha sido un honor y un privilegio compartir la vida contigo.
Cincuenta años de servicio a la humanidad
Bar Nacional
Entre los años 1966 y 1978 fue un lugar habitual de encuentro con mis compañeros de trabajo. Servían un rico «Cola de Mono» helado para los días calurosos. Y sopaipillas «pasadas» para los días fríos. También servían ricos almuerzos. Este año cierra definitivamente sus puertas. Su ubicación en el centro histórico de la ciudad ya no es rentable.