¡Abrázame fuerte!, me dijiste.
Sentí la electricidad de tu cuerpo.
¡Más fuerte!, me pediste.
Recorrí el palpitar de tu piel.
¡Fuerte!
Pero no pude, mis manos temblaron.
¿Cómo podría abrazar una mariposa?
¿Cómo se hace para sostener un ángel?
Abrázame más fuerte, me dijiste.
Dame tiempo para acariciar tus alas
y aprender a ser fuerte y delicado…
Al mismo tiempo…
Única manera de sostener un ángel
en mis brazos… dije.