En mi país donde resido, no sé si ocurre en otros, el vocablo “maestro” suele ser empleado por algunas personas de modo muy restrictivo. Al punto que no les gusta o francamente rechazan que una persona pueda ser designada como tal, como maestro.
Es bastante común en la sociedad occidental, más allá de este país, es la pérdida de respeto hacia las personas mayores, hacia quienes ostenten un poder y hacia quienes ejercen una autoridad.
Y lo que se aprecia ya hace muchos años es la falta de respeto hacia el docente de todo nivel en el sistema educativo. Ahora se le suele decir el “tío” o la “tía”, antes el “profe”. Hace unos años en una reunión en el Ministerio de Educación una dirigente estudiantil le arrojó agua de un jarro a la ministra de educación. Ella no le dio importancia y en general a la mayoría parece que el acontecimiento le hizo mucha gracia. No faltaron quienes dijeron que estuvo muy bien hecho.
Aquí las universidades son mayoritariamente privadas, los institutos profesionales también son privados y muchos colegios también lo son. Entonces, a los directores les interesa más que nada que el alumno no se vaya a molestar. Así seguirá pagando la elevada matrícula que sostiene el establecimiento y su sueldo. El llamado “sostenedor” debe tener significativas ganancias para que siga interesado en que funcione el instituto, colegio o universidad. Pasa a ser más importante que el mismo proyecto educativo.
Una consecuencia de todo esto es que los estudiantes respetan menos al profesor, el que no puede hacer mucho por evitarlo a fin de que el alumno el siguiente año siga matriculándose ahí mismo.
Esto era impensado hace un tiempo atrás cuando entregar la educación era deber esencial del Estado. Egresar como docente primario o secundario era un orgullo para un joven. El “tío” o el ”profe” en este tiempo no tan lejano era el “maestro”. Y como tal, se le respetaba. Sin duda que el sistema de enseñanza era más autoritario y vertical y eso era necesario cambiarlo. Sin embargo, no tenía por qué perderse su autoridad. ¿En qué momento el maestro de aula dejó de ser el maestro?
Y no tiene por qué temerse al concepto “maestro”. Este vocablo viene de “magister”. Maestro es todo aquél que domina una especialidad o conocimiento y que está en condiciones de ejercer magisterio, esto es enseñar. Y todos nacemos desprovistos de conocimientos y de experiencias. Necesitamos maestros que nos guíen y nos enseñen. Y todos necesitamos saber escuchar y practicar lo que nos explican. De ahí después, tomaremos nuestro propio camino.
Toda mi vida me he dedicado a la enseñanza. Y por esto, soy maestro. Le parezca bien o mal a alguien.
Feliz día a los maestros de Chile.
Maestro Sergio Valdivia Correa.
Foto: Comencé a enseñar desde los 12 años. Bueno, aquí en la foto tengo un poco más: 30 años. En la Sede Quilpué del Instituto Círculo Aleph.
