Hemos explicado muchas veces que el subconsciente y el inconsciente son mucho más poderosos que el consciente. Esto porque el consciente puede manejar muy poca información a la vez y dejamos el comendo de nuestra vida a la parte más profunda de la mente donde sí hay una información enorme recopilada durante toda la vida.
Una persona tiene claro y definido lo que quiere lograr, pero siempre es dominada por las programaciones que tiene en el fondo de su mente. Cada uno es lo que tiene en su fondo mental.
Entonces, ¿cómo lograr que el subconsciente quiera lo mismo que el consciente? Tengo centenares de técnicas de éxito seguro al respecto. Aquí va una, que a todos les servirá.
La práctica consiste en crear una imagen tuya que sea perfecta. Es decir, la autoimagen debe tener todo lo que deseas llegar a realizar. Eres tú, como si ya hubieras conseguido todo lo que quieres ser o que se comporta ya como idealmente lo quieres.
Esta autoimagen se confecciona utilizando la imaginación y la visualización. Así se llega al fondo mental que es el lugar donde se forma la imagen de sí, la que te lleva a ser lo que eres, la que te provoca tus impulsos y tendencias.
La forma de hacerlo es bastante sencilla: relájate adecuadamente, tranquilízate emocional y mentalmente e imagina que tu autoimagen está parada en frente. Sí, ¡tú! Hay algunas diferencias que indican que es una autoimagen de éxito. Esas diferencias pueden estar dadas por la mirada, la postura, etc. Luego contempla a esta autoimagen, que eres tú, realizar aquellas cosas que quieres hacer. Lo hace en forma perfecta, tal cual te gustaría que todo fuera.
Realiza este ejercicio por lo menos una vez a la semana, aunque si lo pudieras hacer todos los días sería ideal. A los pocos días, llevarás esta autoimagen en tu mente siempre. Se transforma esta autoimagen en una amiga imaginaria con quien conversas mentalmente y que te inspira siempre recordándote que puede hacer las cosas bien y mejor.
Acostúmbrate a llevar esta autoimagen a todas partes. La mente subconsciente es la que responde a estos estímulos. De tanto visualizar esta autoimagen perfecta, tu mente comienza a creerlo y se esfuerza internamente, en responder a ella, por lo que tu cerebro desarrolla todos los mecanismos para que seas realmente como lo imaginas y cuando menos te lo esperes, estará actuando tal cual en tu vida diaria.
Ante una decisión difícil o cuando no tengas mucha claridad en alguna actividad, te puedes preguntar: ¿Qué haría mi autoimagen en este caso?
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