—Herrero, rompe estas cadenas que me atan las manos y los pies.
—No puedo, dijo el herrero. Están hechas de un metal muy duro.
—Si tú tienes las herramientas o el fuego, ¿por qué no puedes?
—Imposible, dijo el herrero. Son cadenas demasiado fuertes…. están hechas por tus pensamientos. Y no puedo cambiártelos si tú no quieres.
Mini cuento de Sergio Valdivia