Un día comprendes que el tiempo no es el enemigo. Y que él es nuestro mayor maestro. Que todo llega cuando debe. Que de nada sirve esconderse de la vida. La huida no es la mejor salida. Y que al final del día siempre acabamos agradeciendo todo lo que ha pasado. Porque el tiempo siempre está de nuestro lado para mostrarnos lo que realmente vale la pena.
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